Sale a la luz el trasnochado recurso fabulado por Aznar y el Ibex 35 para que siga gobernando la élite. La carta de múltiples usos (Jóker) destinada para un solo uso, a pesar de haberse envalentonado y sentirse top, ha resultado ser como la sangre: cero negativo.
A estas horas no pudo hacer menos que exponer la verdad de su existencia, su apoyo al partido gobernante, la carta en la manga de los poderes fácticos para que todo siga peor (que no es igual).
Su media sonrisa, la de Albertito, muestra a las claras su decepción porque muy dentro suyo se la había creído y pensó que lo de «¡presidente, presidente!» era verdad.
De todas maneras y a pesar de su intento de titularse como «centro izquierda», ahora puede venir lo peor para esta formación vacía de contenido y nacida para el chanchullo. Si esta quimera de intento de formar gobierno se alargara y se llegara a unas nuevas elecciones, el partido del color agrio terminaría por pagar su sobornado comportamiento ante la ciudadanía con gran parte de sus votos.
Es lo que tiene la verdad, en algún momento sale a la luz y las cartas quedan boca arriba. Mandados, perdón Ciudadanos es apenas un partido regional con demasiadas ínfulas, a todas luces desmedidas desde el punto de vista de para lo que había sido intencionalmente catapultado.
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