LA MUERTE, único proceso inalterable

La muerte es un proceso terminal que acaba con un estado estacionario dinámico que se conserva mediante una red de sistemas de autorregulación que es propio de los seres vivos.

El cese irreversible de la actividad del cerebro da la contundencia al estado del que ya no se puede volver, que ya es imposible cambiar, el fin de la conciencia es la equivalencia a estar muerto.

La Parca en el sentido metafórico representaba antiguamente la personificación del destino, diosas que hilaban hasta cortar el hilo que medía la longitud de la vida, corte que no permite discusión alguna, la muerte es inapelable, no diferencia entre pudientes  y no pudientes, clase alta o baja, políticos decentes o indecentes. Es quizá la más comunista en la práctica a diferencia del tal mentado ismo aplicado en esa decadente teoría humana.

Pero esa muerte es, y lo digo con contundencia, el único estado que no podemos cambiar, todo lo demás en la vida es susceptible de cambio, nada  puede asustarnos en referencia a que las cosas sean de otra manera. Si lo actual momentáneo produce sufrimiento ¿Por qué no hacerlo, por qué no cambiar?

La economía no tiene por tanto la condición de inapelabilidad de esa muerte física, es verdad que muchos creen que es una ciencia superior que actúa  como una especie  de dios al que no podemos contradecir, se la cree  incluso en un nivel científico superior a otras ciencias en el sentido de la refutación. Claro que esto nos sitúa en la técnica propiamente dicha , pero el yerro como siempre es humano ya que esa inapelabilidad, condición  única de la muerte, se le indilga a la economía mediante trazos humanos.

La Transición en España ha sido sobrevalorada, es verdad que legó un mejoramiento en los derechos sociales que claro, llevaban y aún lo hacen  un atraso evidente con respecto a la Europa Central, pero mantuvo en su núcleo esa inalterabilidad de los poderes fácticos que pasó desapercibida por ante los ojos de todos los gobiernos, incluidos los socialistas.

La opción modélica elegida por ese poder hoy neoliberal conservador, que insisto no fue aggiornado, es una opción equivocada ya que barrió con esas políticas Keynesianas que lograron salvar el crack del 29. El modelo de la economía que de ninguna manera tiene la condición de la muerte : la inalterabilidad, nos es impuesto por ese poder que sí goza de ella y que básicamente es un acoso de lo privado sobre lo público, que contiene la perversión del enriquecimiento individual tanto de los que ejercen ese poder  de casta como el de los serviles que modelan su entorno.

 

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